Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamin Franklin.

jueves, 27 de diciembre de 2012

¡Estudiar es un coñazo!

Antes de nada... ¡Feliz Navidad a todos! Espero que estéis disfrutando de este tiempo con la familia y los amigos, yo por mi parte, ¡no paro! De hecho, este post quiero dedicarlo a comentar una cosa que escuché el otro día y me dio de que pensar.

Me encontraba con mis amigos en una exhibición de gimnasia rítmica y, delante nuestra, había una familia, compuesta por padres, tíos, abuelos, nietos... etc. Entre ellos se encontraban dos niños y una niña, que estaban hablando sobre la escuela. En un momento dado, la niña dijo que debía estudiar un examen que tenía nada más volver de las vacaciones, a lo que el niño más mayor, rondaría los ocho años, contestó: "¡Madre mía! ¡Si estudiar es un coñazo!".

Obviando el hecho de la palabrota que dijo el niño y de que los adultos de su alrededor no le corrigieran ("toda la culpa es de la escuela"), ¿En que momento el estudio empieza a ser una obligación? ¿En que momento de nuestra vida todo lo relativo a aprender cosas nuevas se convierte en "un coñazo"?

Pensé en el hecho de que, por lo que parece, el ser humano ha nacido para llevar la contraria. Si nos dicen que tenemos que hacer algo, o no lo hacemos, o lo hacemos de mala gana. Y si nos prohiben hacer algo, entonces lo hacemos, ya que "las reglas están hechas para romperlas". Como ejemplo de esto puedo contar la historia de un amigo mio: hace dos años, en el instituto, le "obligaron" a leerse un libro, concretamente "Cuento de Navidad" de Dickens. No se lo leyó, ni siquiera hizo el esfuerzo, le parecía un coñazo el simple hecho de oír el titulo. Ayer, después de recomendarle el libro y dejárselo, se lo terminó de leer. Y le encantó.

No obstante, creo que lo que de verdad hace que veamos el estudio como un coñazo, es nuestro entorno, la sociedad. Después de que el niño mayor dijera lo de que "estudiar es un coñazo" (perdón por repetir tanto la palabra, pero creo que es la que más se ajusta al sentimiento que "todos" tenemos cuando nos ponemos delante de un papel), el niño pequeño no tardó en repetir lo que había dicho su hermano: ¡Estudiar es un coñazo!.

Cuando somo pequeños, somos curiosos por naturaleza, nos gusta saber el por qué de las cosas, y nos esforzamos lo que haga falta para encontrar la respuesta a nuestro problema. Como ejemplo la historia de la maestra Mercé de Febrer recogida en el libro "Vivencias de maestros y maestras" bajo el título "Es un regalo ir a trabajar cada día" (gracias por la recomendación Víctor, maravillosa historia). Pero llega un momento que aprender se convierte en una obligación de la cual queremos escapar. Vamos creciendo mientras escuchamos que estudiar es un coñazo, y, al final, hacemos la idea tan nuestra que relacionamos conceptos y una cosa no puede ir acompañada sin la otra. Aunque, por suerte, cuando maduramos, por regla general, nos damos cuenta de que estudiar no es malo, no es un coñazo, sino algo que  hay que hacer para poder aprender cosas nuevas, para saber más.

Simplemente quería compartir con vosotros esta anécdota, ya que me ha parecido muy interesante el hecho de que un niño pequeño ya relacione defina estudiar como un coñazo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Fin?

Bueno, bueno, aquí tenemos la parte más difícil de todas… ¡A por ello!

Han sido cuatro meses de trabajo, lecturas y estudio donde he conocido a personajes como Jackson, Stenhouse, Frank, Freire, Robinson, Gardner, Pennac… y a otros no tan conocidos que me he encontrado por la red, como el blog "Historias de un maestro cualquiera", o Cat Pause y su increíble reivindicación. No obstante, conocidos o no, todos me han aportado una gran variedad de conceptos y nuevas formas de ver las cosas.

No ha sido fácil, muchas horas dedicadas a leer, a reflexionar y de buscar la mejor manera posible de exponerlo en el blog para que todo el mundo lo entendiera, pero creo firmemente que he cumplido con los tres objetivos que me marqué a principio de curso:
- He aprendido a aprender, ya que los conocimientos que he adquirido durante estos meses los llevo ya conmigo porque no los he memorizado, los he "apresado".
- He aprendido, indudablemente, a pensar, y a darme cuenta de lo valioso que es esto. Sobre un mismo tema, hay diferentes opiniones, diversas formas de ver las cosas, y lo que debemos hacer es conocerlas todas, o por lo menos la mayoría, y reflexionar sobre ellas, para poder tener nuestra propia opinión, no la que dicte otro.
- He aprendido a enseñar, o por lo menos, he aprendido a como ser una mejor profesora, y soy consciente, ahora más que nunca, de la importancia de nuestra profesión y de cómo hay que salvarla del desprestigio social al que está sometida, que es todavía mucho mayor en la educación física.

Personalmente, considero que el blog me ha servido de gran ayuda, no únicamente para poner mis reflexiones, sino para aprender. Durante este tiempo he intentado que mis compañeros aprendieran de mí, no sólo con mis entradas, sino con comentarios que he ido poniendo a lo largo de todo el cuatrimestre en sus respectivos blogs y siempre he estado dispuesta a echar una mano en lo que me pidieran. Igual no he ayudado a la hora de aprender conceptos (que creo que sí), pero estoy segura que a más de uno/a le he enseñado a utilizar un blog.

No obstante, tengo una espina clavada. Creo que mis compañeros podrían haber aprendido más de mí si las entradas de los blogs hubiesen sido más cortas. Digo esto porque, a pesar de que nadie me lo ha confesado, estoy segura que muchos no se paraban a leer los posts por lo largos que eran, lo que me decepciona un poco, porque realmente creo que eran conceptos o ideas muy interesantes. Así que en el futuro intentaré ser más breve (al ser posible) o escribir de una manera más amena.

Es difícil ponerse a una misma una nota sin parecer pedante o creída, pero me he esforzado mucho durante estos meses y he puesto de mi parte para que todos mis compañeros pudieran aprender algo de mí. Sinceramente, si me pusieran hoy, o dentro de tres años, un examen sobre la asignatura, creo que podría sacar un diez, y es que he aprendido todos los conceptos que se imparten en ella. No obstante, al no tratarse de un examen, sino de evaluar según lo que hemos aprendido o no, considero que un diez es mucho, ya que, a pesar de haber aprendido muchísimo, estoy segura de que podría haber aprendido más. Siempre se puede aprender más. Así que, si me tuviera que poner una nota, esta rondaría el 9´5.

Aunque se acabe la asignatura, yo probablemente vaya a continuar escribiendo en el blog, ya que me gusta, lo encuentro un medio muy interesante, rápido y activo para que tus conocimientos sean aprendidos por otros, y para que los conocimientos de otros sean aprendidos por uno mismo, por lo que no me despido con un adiós, sino con un "hasta el próximo post".


"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber." Albert Einstein

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La educación, el movimiento y yo.

Han pasado cuatro meses ya desde que realizamos nuestro primer dibujo, y, como es lógico, ahora toca hacer otro para ver como nos ha cambiado (si lo ha hecho) este periodo de aprendizaje. Mi primer dibujo mostraba a un par de niños "jugando" a la comba, pongo entre comilla jugando porque, como explique en su día, lo que realmente estaban haciendo era aprender. Después de todo este tiempo, mi dibujo ha cambiado.



A ver, se lo que estáis pensando y no, no voy a poner a mis alumnos a construirme una casa, sino que voy a poner a mis alumnos a construirse "su casa". Me era muy difícil plasmar en un dibujo todo lo que he aprendido y como ha cambiado mi manera de ver las cosas, así que he utilizado una metáfora.

La pared que está construyendo el niño representa su aprendizaje. Durante este tiempo me he dado cuenta de que el alumno debe tener una participación más activa sobre lo que se enseña o no. No hablamos de máquinas, sino de personas, y, como tales, tienen sus inquietudes y sus preferencias, y deben ser escuchadas. Para mí, a día de hoy, el profesor debe ser un guía (¿cuantas veces habremos oído/dicho/leído esa palabra durante el cuatrimestre?) que le facilite las herramientas necesarias al alumno para construir su casa, es decir, para aprender. A pesar de que indico que hay que tener más en cuenta a los alumnos, no quiero decir con esto que haya que enseñar sólo lo que ellos prefieran aprender, no. Hay algunas cosas que a los alumnos no les gustan, pero que tienen que ser educados sobre ellas porque son valiosas y necesarias. Por ello estoy representada al lado del niño, estoy supervisando su trabajo, su aprendizaje, para corregirle en los errores que pueda tener y para aportarle más conocimiento, aunque este no lo pida.

Quizás os haya llamado la atención que al otro lado se encuentre una niña portando un ladrillo, creo que la metáfora es clara. Durante este tiempo me he percatado en como los alumnos pueden aprender los unos de los otros.Yo, como alumna, he aprendido muchísimo de mis compañeros. Es por ello que, el día de mañana, cuando sea profesora, intentaré fomentar esto. Los alumnos se ayudarán mutuamente a construir su casa.

¿Y dónde está el movimiento? Bien, el dibujo era una metáfora, sobre todo, para la educación en general, pero podemos extrapolar todas la ideas dichas anteriormente a nuestro campo, al de la educación física. Como profesionales de dicha asignatura debemos darle un valor a lo enseñado en clase, basándonos en el principio de utilidad, todo conocimiento debe aportar un beneficio y evitar el daño que se pueda causar. Además, tenemos una gran ventaja, nuestra asignatura se centra en el cuerpo que es nuestra herramienta para vivenciar las cosas, que, como sabemos ya, es algo muy importante y necesario para tener un auténtico aprendizaje. Debemos aprovecharnos de ello.

He de decir que estoy segura que dentro de otros cuatro meses mi dibujo será diferente, ya que, conforme va pasando el tiempo, voy vivenciando y aprendiendo diferentes cosas que me hacen reflexionar sobre la educación, los alumnos, el movimiento... etc. Sin embargo, creo también firmemente que hay algo que no cambiará, y es esa idea que Pennac (¡Qué gran descubrimiento!) ha metido en mi cabeza: El amor hacia nuestro alumnos. Es posible que en el dibujo nadie capte esto, ya es muy difícil de plasmar el amor, mucho más este tipo de amor, pero creo que se puede ver en el hecho de estar pendiente del alumno, de ayudarle, escucharle, comprenderle, aceptarle y, sobre todo, en el hecho de querer hacer de él, de transformarlo, en alguien mejor. En alguien que tenga un casa muy alta y grande.

martes, 18 de diciembre de 2012

¿Por qué?

Estoy segura de que esta pregunta nos la hemos realizado todos después de escuchar el trágico suceso ocurrido en Coneccticut. Le he dado muchas vueltas sobre si debería realizar una entrada sobre este tema o no. He decidido hacerla porque, al final, la solución a el problema tiene relación con lo que llevamos tratando durante estos tres últimos meses: La educación.

 Esta masacre ha vuelto a abrir el debate sobre la ley de armas en Estados Unidos, pero para mí, el problema de estos sucesos (12 en este año) no es este. Obviamente, es un factor que hay que tener muy en cuenta, pero creo que realmente es otro.

Según el antropólogo Carlos Aramburú, el sistema educativo estadounidense promueve un desarrollo individualista y discriminatorio que "no crea grupos de amigos que están llevando los mismos cursos sino cursos fraccionados en los cuales los chicos andan muy aislados. Son chicos que además están en un contexto de total aislamiento emocional, amical, tienen poca solidaridad con los demás" y que le da una gran importancia al éxito individual, lo que hace que ciertas personas se sientan marginadas y excluidas.

Todo el mundo crítica lo fácil que es hacerse con un arma en los Estados Unidos, pero para ellos, es algo que forma parte de su cultura. Nunca olvidaré las palabras que me dijo sobre este tema un antiguo profesor mio: "Nosotros vemos que es una locura, que deberían quitar esa ley, pero ellos lo ven de otra forma, ellos piensan: quiero un arma para defenderme de ese loco." Las armas forman parte de la cultura de los Estados Unidos,  y la escuela, en todos los lugares, es una defensora de la cultura y de la tradición.

El tema, al fin y al cabo, no es la facilidad por hacerse con un arma, sino "la falta de valores y de respeto a la vida". Esto podemos comprobarlo en que, en Canadá y en muchos otros países, la compra de armas de fuego también es muy fácil, sin embargo, no se dan estas masacres.

La relación estadounidense-arma es tal, que hay quien, después de esta masacre, ha pedido el uso de armas por parte de los docentes, para que tengan la posibilidad de defenderse en tales casos. La mayoría de ellos no se plantean un endurecimiento de la ley de armas, sino que piden más, para protegerse, no es casualidad que en los últimos días se haya disparado la venta de armas en el país. Como dijo mi profesor "quiero un arma para defenderme de ese loco". Ese es su pensamiento. Y si algo puede cambiar ese pensamiento, transformarlo a mejor, es la educación.

Personalmente creo que este tema incluye mucho aspectos dificiles de tratar, hablamos de pensamientos, ideologías y culturas diferentes. La ley de armas es el problema superficial, mucho más abajo se encuentra el real, el que hay que cambiar. Por muy difícil que se le ponga a una persona conseguir un arma, la conseguirá. La clave está en la educación y en la sociedad. Es un tema complejo, aunque bien es cierto que podríamos empezar quitando las armas, por probar.


Quiero dejaros el siguiente enlace donde se habla también todo esto, es cortito pero creo que es muy interesante.



La educación es la que puede cambiarlo todo

sábado, 15 de diciembre de 2012

¡Las cosas que pasamos por alto!

Los Simpson es una serie de televisión que, como todos sabemos, se basa en la crítica y en la ironía de ciertas situaciones o comportamientos de la sociedad y del propio ser humano. Nos sabemos los capítulos enteros y, en muchas ocasiones, en situaciones de la vida cotidiana decimos lo de: "como en el capítulo de los Simpson.." Pero nos quedamos, por regla general, en la anécdota, en la broma que dice Homer o en la estupidez que hace, y no vemos más allá, no somos capaces de encontrar el verdadero significado.

Acabo de ver un fragmento de los Simpson que quiero compartir con vosotros, pero necesito que dejéis la anécdota a un lado y veáis lo que ocurre de verdad:





Lo que hace unos meses me hacía gracia, ahora, después de todo este cuatrimestre donde hemos reflexionado sobre la educación, los maestros, los alumnos y la relación entre estos, me doy cuenta de la gran crítica que conlleva consigo estos 14 segundos de vídeo, donde nos muestra como desde pequeño, nuestro querido Bart fue clasificado como un zoquete, simplemente porque hizo dos palmadas más. En fin, me gustaría que reflexionarais acerca de este vídeo, que, aunque igual se lleva al extremo, no se aleja de la realidad.
 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Lo que no se ve...

Nos hemos adentrado en un tema complicado en las últimas semanas de clase, donde, para tratar de comprenderlo, no basta con explicar lo leído, sino que hay que reflexionar acerca de ello.

Hemos dado el currículum, formado por la interacción de sus cuatro niveles:  El currículum explícito, encubierto, nulo y oculto. Y es en este último, en el currículum oculto, donde se sitúa ese complicado tema en el que hemos entrado de lleno: Los valores y las ideologías.

El término currículum oculto fue creado por Jackson en su libro "La vida en las aulas", y hacía referencia al potencial de la escuela y de los profesores para "trasmitir conocimientos, valores y creencias que no se encuentran reflejados en el currículum oficial", hace referencia a aquellos mensajes que se mandan de manera inconsciente.

Viñeta de Tonucci
El profesor está en continua interacción con el alumno y, aunque más de uno lo prefiriese, su tarea no consiste sólo en enseñar la materia. Aunque el profesor no quiera, inconscientemente está educando al alumno en ciertos valores, concretamente, en sus creencias. No se puede, por tanto, separar la ética personal de la profesional. Que la personal no se manifieste, e influya de manera totalmente oculta no significa que sea menos efectiva. A través de la observación, de la repetición de las normas, de la utilización del lenguaje, de adoptar unas costumbres... etc Acabamos asimilando una forma de ser y de pensar.

Siempre he oído que los profesores deben evitar que sus pensamientos e ideas "salgan a la luz" en clase, para no influenciar a los alumnos. Esto hizo que me preguntara si lo correcto sería evitar este tipo de currículum oculto de la manera que fuese, ya que los valores que los profesores inconscientemente trasmiten pueden ser negativos.

Buscando información sobre este tema me topé con este artículo de Miguel Ángel Santos Guerra "Currículum oculto y aprendizaje en valores", que nos explica de una manera muy amena y concreta lo importante que son los valores en la educación, es más, y pienso igual que él uno vez leído el texto, sin valores no se puede hablar de educación, sino de instrucción, ya que "la auténtica educación, hace referencia a todas las vertientes del individuo, y no puede omitir la dimensión moral". Pero con esta frase Santos Guerra no quiere decir que la educación moral se haya de convertir en una asignatura más, ya que entonces se explicarían pero no se aprenderían.
"Yo creo que cuando uno tiene que enseñar algo es porque ese algo no surge solo en la vida. Por ejemplo, el niño aborigen australiano va con la mamá o con el papá por el desierto o por la selva, recolectando algo o reconociendo el lugar. Lo va recogiendo o va reconociendo el lugar en el momento de vivirlo. Entonces no se le está enseñando. No se le habla de una cosa que tiene que venir después, sino que está viviéndola allí. Ahora, si yo no tengo la posibilidad de ir al desierto para ver allí la roca que corresponde al lugar donde el ancestro hizo tales cosas…, y estoy en la sala de clase, voy a tener que hablar de eso. Voy a tener que enseñar sobre esa roca que es un hito fundamental en la historia ancestral. Tenemos que enseñar porque aquello que enseñamos no lo estamos viviendo. Yo creo que ese es el verdadero problema con los valores" (Maturana, 1999)

La escuela ha de vivir los valores, por lo que el currículum oculto no es algo negativo siempre y cuando los profesores sean "ejemplos de ciudadanos honestos, comprometidos, solidarios, tolerantes y sensibles, ya que es probable que los alumnos hagan suyas las concepciones, las actitudes y los comportamientos de sus maestros. Porque los alumnos aprenden a sus profesores, no solamente de sus profesores."

Es muy importante por ello reflexionar sobre el currículum oculto, ya que, a través de él se trasmiten ideologías como el sexismo, el culto a la delgadez, el mesomorfismo... etc. ideologías que no son positivas para el alumno. Debemos conocer este currículum oculto, para poder educar de manera adecuada a los alumnos.



Por último, os dejo otro artículo de Santos Guerra titulado "Democracia escolar o el problema de la nieve frita", donde reflexiona si es posible educar unos valores que la sociedad luego no contempla.





A veces, es más importante lo que no se ve que lo que podemos apreciar a simple vista.

 

domingo, 9 de diciembre de 2012

La Escuela y el Maestro.

La semana pasada, Víctor nos hizo referencia a Paulo Freire, concretamente, a lo que él llamaba la "cultura de la queja" y la "cultura de la transformación".

Todo vino porque en la clase práctica, mi grupo hizo referencia a la escena de "Mal de Escuela" donde Pennac critica a esos profesores que no dejan de decir que "no les han preparado para ello" o "ya hago todo lo que puedo". Profesores que entran dentro de esta cultura de la queja, donde en vez de buscar una solución a los problemas ponen excusas. Por contra, el profesor Kanamori, presentado por nuestra compañera Patricia en su blog, entraría dentro de esa cultura de la transformación a la que Freire nos hace referencia. Un hombre que mediante su materia y sus métodos transforma al alumno, hace que vean de manera diferente la vida.

Buscando información de Paulo Freire encontré un libro, escrito por Moacir Gadotti, titulado "La Escuela y el Maestro: Paulo Freire y la pasión de enseñar", que quiero compartir con todos vosotros. Este libro nos relata la pasión que debe tener el educador al enseñar mientras nos da un paseo por las ideas de Paulo Freire y la formación del hombre global.

Lejos de ser pesado y complicado, como casi todos los libros que tratan las ideas de algún autor, Moacir consigue que disfrutes de la lectura mientras te vas empapando de las ideas de Freire, de su visión de la escuela, de los maestros y del poder de la educación.

El capítulo que más me ha gustado ha sido "Educar en la ciudad que educa", donde nos habla del proceso de humanización de Paulo Freire y su principal preocupación: "cambiar el mundo a través de la educación, de la educación política".  Esta parte del libro trata justo sobre esa cultura de la transformación, y nos plantea un cambio en la sociedad, en las estructuras económicas, políticas y sociales, como resultado del cambio del ser humano a través de la educación, ya que la propia ciudad en sí también educa, y nos habla de otro tipo de cultura, de la cultura del silencio, resultado de la sociedad opresora, donde los hombres y las mujeres no pueden reflexionar y tomar decisiones, no pueden expresar sus emociones.

Un libro sencillo, ameno y humilde, que te llena de ganas de enseñar de una manera increíble y que considero que es necesario para poder debatir los grandes problemas que hay en nuestro sistema educativo.

"En general, ignoramos la ciudad, tenemos una visión tan estrecha que no la vemos, y algunas veces hasta la escondemos, le damos la espalda para no ver ciertas cosas que suceden en ella. No queremos ver ciertas cosas de la ciudad para no comprometernos con ellas, pues al verlas nos comprometemos. Veamos nuestro comportamiento en los semáforos cuando se nos acerca algún niño o niña de la calle: nuestra defensa es no verlos a los ojos. En la ciudad tratamos de hacer que muchos seres sean invisibles; hasta en nuestras propias casas, cuando tenemos visitas y les estamos mostrando la casa, no les presentamos a la empleada doméstica o a la asistente de limpieza que allí trabaja. Les pasamos por el lado como si fuesen transparentes. Necesitamos una pedagogía de la ciudad que nos enseñe a ver, a descubrir la ciudad para poder aprender con ella, de ella, para aprender a convivir con ella. La ciudad es el espacio de las diferencias. La diferencia no es una deficiencia. Es una riqueza."
 



 
Hay un blog, llamado educa09, del cual ha sido cogida esta imagen, que tiene entradas muy interesantes sobre Paulo Freire.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El problema dentro del problema.

En "Educación física, movimiento y curriculum" Arnold nos da una clara explicación de cuando el movimiento es educativo: Cuando "las experiencias que ofrecen a los participantes son placenteras e intrínsecamente satisfactorias porque les asignamos una clara intencionalidad educativa, cuidamos las relaciones sociales en dicho contexto y las desarrollamos en condiciones moralmente aceptables" (Devis 2011).

No voy a pasar a resumir lo leído en su libro o en el artículo "Sobre el valor educativo de los contenidos de la educación física"de José Devís y Carmen Peiró, ni tampoco a refutar sus ideas, ya que no tengo la formación suficiente para hacerlo y, porque, simplemente, estoy de acuerdo con lo que dicen. Lo que voy a tratar de exponer son las preguntas que me han venido a la cabeza al terminar de leer las lecturas y después de todo lo comentado en clase.

Imagen cogida del blog "El blog didáctico de Educación Física"
Si hablar de educación ya es un tema complicado, más lo es cuando se trata de educación física. Y un problema está relacionado con otro. Nuestra asignatura, a la que nos dedicaremos en el futuro, está socialmente desprestigiada, es considerada como un recreo más, donde los alumnos se cansan y van relajados, calladitos y obedientes a la siguiente clase. ¿Alguna vez alguien ha suspendido Educación Física? y si la ha suspendido ¿Los padres se han preocupado por ello? No lo creo. El problema está que la gente no sabe que se aprende en las clases de educación física, y esto es grave, pero lo es todavía más que nosotros, los profesores, no sepamos que se enseña en la clase de educación física. Y esto lo digo por experiencia, en el instituto, concretamente en 3º de la ESO, mi clase tenía un profesor de educación física, y la clase de al lado, otro. Las cosas que dábamos eran totalmente diferentes, no había relación por ningún lado, cada uno impartía lo que quería. Esto me dio a entender que a pesar de los objetivos específicos que se supone que La Ley Orgánica de Educación establece, no hay control alguno. Si está estipulado que los alumnos de tal año tienen que saber cuando, como y por qué ocurrió la Revolución Francesa, todos los profesores de este país darán ese temario, pueden variar los métodos, pero el tema es el mismo para todos. En educación física no ocurre lo mismo, por el hecho de que en nuestro campo no se ha llegado a un consenso sobre cómo y que educar.

Que el movimiento es educativo es algo que está claro. Y está afirmación Arnold la argumenta con tres dimensiones interrelacionadas entre sí: La educación sobre el movimiento, la educación a través del movimiento y la educación en movimiento. De todas ellas, la que más me ha llamado la atención ha sido la educación a través del movimiento.

Esta dimensión nos habla del movimiento como propósito utilitario, es decir, esta relacionados, indirectamente, con valores extrínsecos como la estética, la salud, la ocupación del tiempo libre... Y es a raíz de un comentario que ha hecho Víctor, lo que ha captado mi interés: La educación física, hoy en día, está relacionada con la salud, concretamente con el problema de la obesidad infantil.

¿Somos nosotros los encargados de hacer que el niño adelgace o de enseñarle a comer bien? No. La respuesta es clara. Si la sociedad nos está encargando ese problema es porque considera que en Educación física no hay objetivos o que no es importante, si lo fuera, no lo harían, a nadie se le ocurre decirle a los profesores de biología que enseñen a sus alumnos a hacerse una dieta sana.

En mi opinión hemos entrado en un circulo vicioso del que es muy difícil salir: La gente no considera a la educación física como algo importante, porque piensan que no se aprende nada, o que, lo que se aprende, no es de importancia, y unas de las razones por las que todavía forma parte de la escuela (cada vez menos, en bachiller ya no es obligatoria) es porque es útil para otros aspectos, como el de la salud, que no es la meta de esta profesión, por lo menos, no la actual como ha indicado Víctor, por lo que los contenidos dejarían de ser educativos, y vuelta a empezar.

Entre todos debemos de solucionar esto, llegando a un consenso sobre que es la educación física, que se imparte, como y porque, sino lo hacemos, por extensión, la primacía de las "asignaturas mentales" se mantendrá, y, con ello el problema del sistema educativo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

El zoquete: ese gran desconocido.

Una vez terminada la "semana Pennac" creo que es conveniente reflexionar sobre todo lo que nos ha aportado este libro.

Al principio, para ser sincera, se me hizo un poco cuesta arriba este libro. Pennac tiene una manera de redactar muy particular, muy diferente a cualquier otra que haya leído antes, y me costó conectar con él. Pero una vez que te acostumbras, te das cuenta de que lo verdaderamente importante no es cómo cuenta las cosas, sino lo que cuenta.

Hay muchos libros que hablan del mal alumno, como es, como captar su interés, como convertirlo en un alumno ejemplar, pero nadie habla desde la perspectiva del mal alumno. Hasta que llegó Pennac. Por primera vez, un zoquete iba a hablar de su experiencia. Y de cómo dejó de serlo.

Esto fue lo que me llamó la atención del libro, y, entre otras cosas, lo que más me ha aportado: El conocimiento del mundo del zoquete. Yo nunca he sido una mala alumna. Mis padres nunca han tenido problemas conmigo, por lo que, desconozco totalmente ese mundo. Pero, como todos, yo he tenido compañeros en clase a los que se les puede designar perfectamente con el término "zoquete".

Hasta la lectura de Mal de escuela, para mí, la gran mayoría de estos zoquetes, eran inaguantables. Consideraba que si no hacían los deberes era porque no les daba la gana o si hacían comentarios estúpidos en clase era porque no tenían educación alguna. Pennac me ha enseñado que, tras ese comentario estúpido, hay alguien que está pidiendo que le atiendan, que, tras esos deberes en blanco, hay alguien frustrado por haber estado horas delante del cuaderno y no haber conseguido hacer nada.

Mal de escuela nos muestra diferentes situaciones con las que nos podemos identificar. Recuerdo que, cuando mis profesores realizaban una pregunta día sí, día también, y alguien no sabía responder, pensaba que lo hacía aposta. Nunca  me paré a pensar que el problema era mayor. También me he identificado con otras partes del libro, como cuando los alumnos de Pennac competían entre ellos para ver quién recitaba tal poema. Como indiqué en el post posterior, en mi clase hacíamos lo mismo.

Quiero resaltar una parte que me llamó mucho la atención y me ha hecho reflexionar: A Pennac le salvaron los libros. A pesar de que en su casa se leía mucho, él empezó a leer porque, en aquel entonces, estaba mal visto, de hecho, estaba prohibido. Necesitaba un mundo, y, como el de los libros estaba prohibido, fue ese. Me pregunto si los Maximilien de hoy en día, esos zoquetes llevados al extremo, los que fuman, beben y se drogan, necesitaban un mundo, y el prohibido era ese, uno que, a diferencia del de Pennac, no les salvará.

Daniel Pennac me ha aportado mucho, y, como indica Víctor en su blog, considero que Mal de escuela es mucho mejor que cualquier libro de texto que trata el tema de la educación.



 


















Imagen cogida del blog aupaedurne se va de paseo. Sería interesante que le echarais un vistazo, ya que se explica el significado de esta viñeta.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Stenhouse, más cerca de lo que pensamos.

Leyendo los principios de procedimiento de Stenhouse me he dado cuenta de que, aquellos profesores que me marcaron, aquellos que de verdad me enseñaron, los utilizaban.

Me he acordado de mi profesora de historia, de como consiguió que una clase entera, en la cual una gran parte "odiaba" la asignatura, acabara el curso sabiendo todo los sucesos históricos que van desde la Revolución Francesa hasta la Guerra fría. Y no lo consiguió a base de deberes o de examenes. No. Lo consiguió porque nos enseñó a pensar, a que buscáramos nosotros mismos las causas y las consecuencias de los hechos. Organizaba debates en clase, donde, por ejemplo, unos representaban las ideas conservadoras y otros las ideas ilustradas, y debíamos defender nuestras ideas y derechos. Para ello teníamos que conocer nuestro papel, leyendo, buscando información, planteando dudas y resolviéndolas. Puede parecer algo pesado, y, al principio, lo era, pero acabamos todos deseando que llegaran esos debates que se realizaban al final de cada tema, competíamos entre nosotros por ver quién tenía la mejor argumentación.

Otro profesor que utilizaba estos principios de procedimiento fue mi profesor de castellano, que, muy parecido a como hace Pennac con sus alumnos (me pregunto si se habrá leído el libro), nos "obligaba" a memorizar textos de ciertos libros. Pongo obligaba entre comillas porque, al principio, si, fue una obligación, pero poco a poco le fuimos cogiendo el gusto, y eramos nosotros mismos los que proponíamos ciertos párrafos que leíamos. No consistía sólo en memorizar el texto, sino en saber lo que decía, en como eran utilizados los recursos por el autor y cual era su objetivo. Han pasado ya más de tres años y todavía de vez en cuando mis compañeros y yo nos retamos a recordar cierto texto.

Muchos más profesores que tengo en mente se basaron en Stenhouse, y, casualidad o no, son justamente aquellos con los que más aprendí. Pero no hace falta que me vaya a mis tiempos del instituto para encontrar los principios de procedimiento, aquí, en la universidad, aunque sólo llevamos año y medio, ya podemos decir un par de nombres. Profesores que nos invitan a debatir, a buscar y a reflexionar sobre cierto tema.

Contestando a la pregunta que nos realiza Víctor en el blog, a mi me gustaría que en clase, concretamente, en mi clase del futuro, se diera lo que había en el aula de mis profesores. Que el alumno estuviera presente, física y mentalmente, activo, con ganas de aprender, de reflexionar sobre el tema a tratar, que buscara información y formulara preguntas e hipótesis, que encontrara la causa y la consecuencia de las cosas. Esto es lo que me gustaría, y, lo que creo que también es deseable que ocurra, ya que, en mi corta experiencia, creo que es la manera de que de verdad se aprenda, de conseguir que los alumnos mantengan lo dado en clase más de lo que dura un examen, que pase el tiempo y perdure.

Esto debe conseguirlo el profesor, poner todo su empeño en ello y no desistir, ya que, es muy probable que el alumno, al principio, no se lo ponga fácil, pero a largo plazo, lo agradecerá.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Lo confieso: Soy profesora.

Fuente: www.e-faro.info
Día a día nos vamos dando cuenta de lo difícil que es ser profesor. No sólo tenemos una obligación, sino que, como bien indica la viñeta que nos puso Víctor en clase, cada vez nuestra profesión significa más cosas, y la gente da por hecho que en la escuela deben de enseñar al niño a no ser maleducado, egoísta, malhablado.. etc lo que es cierto, pero que tiene que ir unido a una educación en casa que en muchos casos, por desgracia, no se da. Y cada vez está más desprestigiada. Recuerdo como, hace un año, justo antes de empezar la universidad, mi abuela me preguntó que iba a estudiar y para qué, cuando le contesté que me iba a dedicar al deporte, y, concretamente a ser profesora de educación física, la buena mujer me miro con cara de no comprender nada y me preguntó: "Con el cerebro que tienes tú, ¿No preferirías ser médica o abogada?". Lo de siempre. Un profesor no tiene la categoría de un médico.
¿Como se ha llegado a esta situación? Todo el  mundo echa la culpa al de al lado. Los profesores, a las familias, las familias, a los profesores, y todos, al gobierno en cuestión por no saber que hacer con este sistema educativo que cada vez se hunde más. Pero pocos buscan que están haciendo mal ellos.

Los alumnos respetan cada vez menos al profesor, y es esta perdida de autoridad lo que ha hecho que la profesión se desprestigie, llegando a considerarse incluso de segunda clase. La perdida de autoridad la propician, por regla general, los propios padres, lo cuales realizan comentarios delante de su hijo, desprestigiando o insultando al profesor.

Hoy en día todo el mundo discute con el profesor sobre lo que imparte, o como lo imparte, sin embargo nadie le dice lo mismo a un cirujano, o a un bombero mientras apaga el fuego. Esto es, en parte, porque todo el mundo se siente capaz de educar, y seguramente lo ha hecho alguna vez, ya sea con su hijo, su madre, su hermano, su primo, su amigo...etc. pero nadie se siente capaz de apagar un incendio.

Las familias tienen parte de culpa en este desprestigio, pero la gran parte nos la llevamos nosotros, los docentes. Cada vez hay más docentes, porque hay más personas que quieren llegar a ser profesor. Pero no porque se trate de una verdadera vocación. A muchos les mueven las palabras "vacaciones", "sueldo" y "trabajo estable". A otros tantos, aunque parezca irónico, lo que les llama es este desprestigio: Como no sé que hacer y esto no es muy difícil, me meto a estudiar magisterio. Al final tenemos una cantidad de profesores desmotivados, ya que no saben como hacer que "la panda de alumnos que me han tocado aprendan", o, por el simple hecho, que ese trabajo no les gusta, aunque tampoco les disgusta, ellos dan su clase y quién aprenda bien, quién no, el año que viene será problema de otro profesor.


Fuente: www.e-faro.info

Es increíble como se ha llegado a esta situación. ¿Como se ve tan normal que una persona que no sabe que hacer se meta a magisterio? A nadie se le ocurriría aconsejar a un amigo que, sino saber que hacer, se meta a médico, porque con la salud de la gente no se juega, ¿pero con la educación sí?. Obviamente, todo el mundo contesta a esa pregunta que no, pero luego los hechos son muy diferentes.

Philip Jackson indica en "La vida en las aulas" lo siguiente: "La asistencia de los niños a la escuela es, en nuestra sociedad, una experiencia tan corriente que pocos de nosotros nos detenemos apenas a considerar lo que sucede cuando están allí."

Tenemos que cambiar esta situación entre todos. La sociedad tiene que respetar la figura del profesor, ya que es tan importante como la de un médico o un ingeniero. Pero para ello debemos de empezar creando profesionales, con una verdadera vocación. De igual manera que no se "permite" a cualquier persona ser médico, no se debe "permitir" a cualquier persona se profesor, y esto es algo que tienen que hacer los de "arriba", reformando el sistema educativo y dándole prioridad y prestigio. Pero mientras esto ocurre, somos nosotros los que tenemos que ir haciendo el camino.
                                                                













Me gustaría terminar con la adaptación de un poema de Marciano Durán, que vi en el blog "Historias de un maestro cualquiera".
"Esos locos que enseñan. Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano por la mañana y están en el cole una hora antes, otros recorren todos los días más de 100Km de ida y otros tantos de vuelta. Están locos.
En verano les dan vacaciones, pero no desconectan del todo, piensan en sus clases, preparan tareas para el curso siguiente. En invierno hablan mucho, siempre llevan caramelos de miel y limón en los bolsillos, otros con una botella de agua a su lado. Su garganta siempre está dolorida, pero siguen enseñando, a veces fuerzan su voz, pero siguen transmitiendo sus conocimientos con cariño e ilusión.
Yo los he visto, no están bien de la cabeza. Salen de excursión con sus alumnos y se encargan de gestionar autorizaciones, recogida de dinero y responsabilidad extra. Qué será de ellos y ellas. Por la noche sueñan con el colegio, se les aparecen planetas, ecosistemas y personajes históricos. He escuchado que llegan cargados con cuadernillos y exámenes, que han corregido la tarde anterior en su casa. Son mujeres y hombres, casados, solteros,...de diferentes edades, pero a todos les apasiona su trabajo, ver crecer a sus alumnos, ayudarlos y conseguir de ellos ciudadanos competentes.
Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Algunos dicen de ellos que viven muy bien, pero les han recortado el sueldo y siguen trabajando incluso más que antes, algunos no miran ni su nómina porque su pasión por la enseñanza los hace ciegos a pensar en el cobro. Disfrutan con lo que hacen, aunque haya padres que los discutan y les quiten autoridad, ellos siguen hacía adelante. Están mal; por las tardes quedan para hacer cursos de formación y no les importa perder tiempo de su ocio para reciclarse. Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias educativas, que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban, que se alegran cuando sus alumnos avanzan. Están mal de la cabeza, yo los he visto. Dicen de algunos que fueron muy importantes, que siempre tienen palabras de aliento; dicen sólo que son maestros y que se sienten muy orgullosos de serlo."
 
Si iaia, yo voy a ser profesora, porque no conozco una profesión mejor. Y porque a ese médico o a ese abogado que tanto admiras le educaré yo. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mamá Marketing

Atención: Este post contiene spoliers del final del libro de Daniel Pennac "Mal de escuela". Si no te lo has terminado de leer, no continúes leyendo.

Al finalizar su libro, Pennac nos ofrece una gran reflexión sobre como el consumo había llegado a la escuela. Hace una crítica a la sociedad, como se ha vuelto consumista sin apenas darse cuenta, haciendo caso de todo lo que diga "mamá marketing". Al terminar de leer esta parte del libro, se me vino un nombre a la cabeza: Lipovetsky.

La navidad es un gran ejemplo de este consumismo irresponsable
Para el que no se acuerde, Gilles Lipovetsky es el autor del libro que nos recomendó el año pasado un profesor nuestro: El imperio de lo efímero. En esta obra hace una reflexión sobre la moda, su influencia en la sociedad, como va cambiando a lo largo del tiempo y cual puede ser su progresión.

Pero es en "Los tiempos hipermodernos" donde más se centra en tratar el tema del consumismo. En este libro, se habla de como está hipermodernidad llevará a un hiperindividualismo, ya que el mundo se caracteriza por la invasión de las nuevas tecnologías y de un cambio del concepto de cultura. Hoy en día se habla de la cultura-mundo, caracterizada por la cotidianidad en el acceso a las redes sociales de manera inmediata, por el hiperconsumo, por los medios de comunicación y un capitalismo global. La cultura no puede separarse de la industria comercial. Y si esto es cierto (que bajo mi punto de vista, lo es) hay que educar a las personas para ello.

Buscando información sobre este asunto encontré un artículo titulado "Educación para el consumo". Vivimos en una sociedad donde podemos comprar por internet facilmente una cosa, usarla y tirarla, para luego volver a comprar otra. Como leí una vez, vivimos en "la era de lo desechable". En este artículo se trata este tema, e indican que la escuela debe educar a los alumnos sobre el consumo. Y estoy totalmente de acuerdo. No se puede evitar que la gente consuma, además de que no se puede, no se debe, ya que. el consumo, no es algo malo en sí, el problema es el consumo exagerado. Por ello hay que educar a los niños para que hagan un consumo responsable, conociéndose a sí mismo, sabiendo cuales son sus necesidades, sus preferencias, no dejandose engañar por mamá marketing. No es solo una cuestión económica, sino que, como indica Lipovetsky "El desarrollo de una cultura PSY (incremento del factor "psicológico"), el acceso democrático al lujo, y el hiper-consumo han provocado grandes desequilibrios internos en la relación del individuo consigo mismo". No podemos permitir que esto ocurra, que los individuos de la sociedad pierdan su libertad para tomar decisiones. Pero no sólo la escuela tiene que ejercer este papel educador sobre el consumo. Las familias son muy importantes, ya que, al final, los que compran las cosas son los padres, y los hijos se fijan en lo que ellos hacen, son sus modelos a seguir.

En los colegios o institutos se dan continuamente charlas sobre los perjuicios del tabaco, el alcohol, las drogas, el cuidado que hay que tener con las nuevas tecnologías... pero nunca se da ninguna (o por lo menos, a mi no me la han dado) charla sobre el consumo responsable. Quizás es hora de empezar a darlas, para que mamá marketing no nos siga comiendo.



Viñeta de Antonio Fraguas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

¡A por la educación personalizada!

En el post que Víctor nos puso de Sir Ken Robinson había un enlace para ver un vídeo de Gardner y sus inteligencias múltiples. Me resultó muy interesante la entrevista que le realizó Punset y decidí investigar un poco más sobre este tema.

Howard Gardner escribió en 1983 Frames of mind, libro donde exponía su teoría de las inteligencias múltiples, y al que han seguido Intelligence reframed (1999) y The multiples intelligences after twenty years (2005), donde la amplía.

Gardner se opone a la teoría de una única inteligencia definida por el C.I. (coeficiente de inteligencia). Para el que no lo sepa, el coeficiente de inteligencia era ese test que nos pasaban en la escuela y en el instituto (desconozco si lo siguen pasando) cada dos años más o menos, en el que tenias que rellenar huecos con palabras, con números, con figuras, buscar sinónimos... etc. Una vez realizado te calculaban el resultado que habías obtenido, si tenias más de 100 (que es el promedio) eras más listo que la mayoría de las personas, si obtenías menos de 100, eras menos inteligente que el resto de las personas. Pero este test tan utilizado está sujeto a que varios factores como que la persona se sienta motivada para realizar la prueba, su nivel académico y su contexto. Como ejemplo, ponerme a mi misma. Recuerdo que en 3º de la ESO me pasaron el test un día que estaba mala, sin ganas de hacer nada, rellenando cosas al azar. Así pasó, que fue un tremendo desastre. El promedio me salió muy por debajo de lo normal (de 100) y la psicóloga de mi instituto me llamó a su despacho, mostrándome los resultados del test en una mano y mis notas académicas en la otra, diciendo que era imposible que hubiera sacado ese C.I., que por favor, volviera a repetir la prueba, y esta vez, le pusiera ganas. Creo que se asustó más ella que yo, al fin de cuentas, yo sabía que no me podía haber salido muy bien la prueba, y sinceramente, nunca le había dado importancia, no consideraba, ni considero, que la inteligencia se mida, y mucho menos, de esa forma.

Por eso encontrar la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner me ha resultado tan interesante. Mientras las mayoría de la gente consideraba que la inteligencia era única, un todo, Gardner postuló la idea de que había diferente tipos de inteligencias, concretamente ocho:
  • Inteligencia lingüística.
  • Inteligencia lógico-matemática.
  • Inteligencia espacial.
  • Inteligencia corporal-kinestésica.
  • Inteligencia musical,
  • Inteligencia interpersonal, es la capacidad que tiene una persona para "adivinar" los deseos, las intenciones, emociones... de otra persona, aunque esta se los intente ocultar.
  • Inteligencia intrapersonal, que es el conocimiento de los aspectos internos de uno mismo, como los sentimientos, los conocimientos... etc.
  • Inteligencia natural, que se utiliza por ejemplo para clasificar grupos o especies naturales.


 
En su libro The multiples intelligences after twenty years, ha admitido otro tipo de inteligencia, la inteligencia existencial, que se basa en las preocupaciones existenciales del hombre, como la vida, la muerte... etc. Gardner indica que toda persona tiene estas ocho inteligencias y que pueden desarrollarse todas con cierto nivel de competencia, así como que están relacionadas las unas con las otras. 
 
Un aspecto muy importante a tener en cuenta en esta teoría es que Gardner considera la inteligencia como algo que evoluciona y se desarrolla en función de las experiencias que la persona pueda tener a lo largo de su vida, así como que es la interacción entre los resultados biológicos y ambientales, por lo tanto, es educable. Esto quiere decir que Gardner le da muchísma importancia al contexto cultural en el que se encuentra la persona, ya que en algunas culturas se puede desarrollar mucho un tipo de inteligencia que en otra cultura se desarrolla menos.
 
Esta teoría tuvo en su momento muchas críticas, y se desacreditaba por su carácter multicultural (en cada cultura predomina ciertos tipos de inteligencias), elitista (ya que él es de Harvard), que a veces es muy flexible (ya que permite actividades artísticas), o demasiado rígidas (porque indica que todo se tiene que aprender desde diferentes puntos de vista). No obstante, hoy día esta reconocida, y es utilizado como crítica al sistema educativo actual.

Como sabemos todos, la educación actual se basa en la inteligencia lingüística y la inteligencia lógico-matemática. Gardner indica que en la educación se ha de contemplar todos los tipos de inteligencias y darle la misma importancia a todas ya que "Concentrarse de forma exclusiva en las capacidades

lingüísticas y lógicas durante la escolaridad puede suponer una estafa para los individuos que tienen capacidad en otras inteligencias". Así como también promueve una educación más profunda y menos extensa. Considera que se debe de dar lo realmente importante, lo fundamental, y conseguir que el alumno lo aprenda desde diferentes perspectivas, que profundice en el contenido, sólo así se logrará que el alumno aprenda de verdad, y evaluarle sin los test estandarizados, el prefiere una evaluación autentica, donde se observa al alumno resolver ciertos aspectos, llevados a la práctica, desde diferentes perspectivas.

Todas las personas disponemos de estos ocho tipos de inteligencia, pero siempre destacará alguno o algunos, por ello Gardner ha desarrollado el concepto de la educación personalizada, donde el profesor es un mero guía para el alumno, que es el que decide que aprender, que es lo que le interesa.

Las propuestas de Gardner son muy interesantes y es necesario tenerlas en cuenta, pero yo aún tengo mis dudas sobre si una educación personalizada totalmente sería lo adecuado o no, ya que, como se indica en el vídeo de Víctor, las inteligencias van variando durante los 12 y 20 años, es posible que seas muy bueno tocando el piano con 13 años, pero a los 18 resulte que la inteligencia que predomina sea la lingüistica, o viceversa ¿Sobre que edad habría que empezar a realizar la educación personalizada? ¿y con este tipo de educación no se harían todavía más notables las diferencias entre los que puedan pagarlo y no? Porque, este tipo de educación, necesita que hayan muchos más educadores por centro. Un profesor no podrá hacerse cargo de una gran cantidad de alumnos, deberá tener un grupo reducido al que pueda guiar personalmente, y, a día de hoy, dudo mucho que el estado vaya a invertir en ello.

Si alguien quiere tener más información sobre la teoría de Gardner, sus propuestas así como sus puntos débiles recomiendo leer este artículo, que a mi me ha resultado muy útil. Además, el colegio Montserrat de Barcelona ha puesto en práctica esta teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, en esta entrevista explican como lo hicieron y los resultados obtenidos, como también en este panfleto, que nos cuentan además, como fue el día que el propio Howard Gardner visitó el colegio.
                                                 Alumnos del colegio Montserrat de Barcelona.
 






 






 

jueves, 15 de noviembre de 2012

"Sólo eres otro ladrillo en la pared"

El otro día, viendo de nuevo el videoclip de Pink Floyd de la canción Another Brick in the wall, me quedé paralizada. Mientras que hace unos años lo catalogué como el "típico" vídeo de una banda de rock que promueve la revolución contra el sistema, ahora lo veo como una verdadera metáfora del sistema educativo de hoy en día.

Probablemente muchos piensen que el vídeo está llevado al extremo, ya que nadie se ha encontrado un profesor así ( o por lo menos casi nadie), pero hay que tener en cuenta que la canción es de 1979, y hace una crítica al sistema educativo de la década de los 50, que por otra parte, quitando algunas pinceladas, no es muy diferente al de hoy.

En el vídeo se ve como un grupo de alumnos van pasando en fila por una máquina, que les quita toda su personalidad, e incluso su cara, para luego convertirlos en carne picada. Esta máquina representa al sistema educativo. La educación que tenemos es la misma para todos, no se tienen en cuenta la diversidad de los alumnos, se da por hecho que el temario en cuestión tiene que aprenderlo todo el mundo, y aunque se sabe que no todo el mundo aprende igual, no importa: O rellenas un examen o te vas a Septiembre.

Otro tema muy importante que refleja el vídeo es como se corta de raíz todo proceso creativo. En este caso, el sistema educativo es representado por el profesor, que ridiculiza al alumno que está escribiendo poesía. El profesor, como el sistema, promueve otro tipo de asignatura, como las matemáticas, dejando en segundo plano al resto. Así pues, materias como arte, música o educación física, a pesar de seguir presentes, no tienen tanta importancia ni tanto peso como las otras. "¡La escuela mata la creatividad!" como dice Sir Ken Robinson en el vídeo que nos ha dejado Víctor en su blog.

El final del vídeo no es más que otra metáfora de lo que tenemos que hacer: Levantarnos, hacer una revolución en las aulas, cambiar el sistema que tenemos que ya no da para más. No es posible que continuemos con" la educación industrializada", que homogeneicemos a los alumnos, quitándoles toda su personalidad y haciendo que sean sólo otro ladrillo en la pared.

Alumnos "educados"
                                                                            

domingo, 11 de noviembre de 2012

Educación de élite... gratis

Siempre se ha dicho eso de que las personas con mayor dinero adquisitivo son las que pueden optar a una mejor educación. Un comentario que, a mi parecer, desprestigia totalmente a las universidades públicas, como si lo que se impartiera fuera de "segunda calidad". Buscando información sobre este tema encontré algo muy interesante que quiero compartir con todos vosotros: las MOOCs.

El objetivo de las MOOCs (Massive Online Open Courses) es ofrecer la educación de más alta calidad, gratuitamente. Este proyecto ha sido llevado a cabo por diversas empresas (destacando Coursera) que se han unido a universidad de gran prestigio, entre las que se encuentran Stanfor y Princeton. El sistema es sencillo: te registras en la página y puedes acceder a la clase del curso que quieras, mediante la webcam. Así es, desde tu casa puedes presenciar un curso que se de en Inglaterra, e incluso, en Estados Unidos, y recibirás un certificado, después de haber superado el examen oportuno, como que has realizado tal curso. El problema es, que estos certificados de momento, no son oficiales. Aunque eso no significa que no tengan valor. Si, es cierto, no están reconocidos por el sistema, pero lo que has aprendido no te lo quita nadie.


Imagen cogida de XarxaTic, donde también podéis leer esta noticia.
Otro aspecto que también hay que valorar es el económico, ya que, las empresas que han creado este proyecto, a día de hoy, no tienen beneficios, y, seamos sinceros, no creo que nadie vaya a dar su dinero sin recibir nada a cambio. De momento se está mirando que las empresas puedan acceder a los mejores alumnos del curso. Indudablemente, este proyecto es muy interesante, y, si se trata de la manera correcta, podríamos estar hablando de un sistema que revolucionaría totalmente la enseñanza.

 Pero yo veo dos problemas en este proyecto:  El primero son los alumnos de dichas universidades, alumnos que han pagado una gran cantidad de dinero por entrar en ellas ¿Si lo tienen gratis en casa, para que van a pagar? Y por supuesto, estos centros no van a querer perder su fuente de ingresos, así que se las ingeniarían de alguna manera para que sus alumnos (los que pagan) tuvieran una mejor información que el resto, lo que daría de nuevo una desigualdad (aún así, el proyecto sería enriquecedor ya que permitiría recibir una educación que no podríamos obtener en otras circunstancias). El segundo problema, las empresas. Si estas empiezan a "meter mano" en los cursos que se imparten podría a ver un cambio en estos, y más que ser educativos para nuestro futuro, serían educativos para nuestro futuro como empleados en esa empresa, es decir, sería utilizados como cursos formativos que nos prepararían para trabajar en ellas, no para formarnos.

A pesar de estas pegas, considero que es un gran, grandioso proyecto, y que, si continua por el buen camino que de momento lleva, será, indudablemente, un gran cambio para la educación.

Os dejo con un vídeo que explica que es un MOOC, y si alguien está interesado en saber más, puede leer la noticia completa pinchando aquí:




Por cierto, en España ya se está empezando a llevar a cabo este proyecto, como por ejemplo el llevado a cabo por la Universidad de Alicante.











jueves, 8 de noviembre de 2012

"¡Lo mio no es gordura, es belleza renacentista!"

El anterior día en clase expusimos los murales que Víctor nos pidió que hiciéramos. El tema era libre, pero tenía que estar relacionado, en mayor o menor medida, con la asignatura. La verdad es que el resultado, desde mi punto de vista, fue bueno. Había originalidad (muchísima) y la mayoría de los posters tenían un mensaje que se captaba nada más verlo.

Nuestro poster iba sobre cuerpos transgresores, centrado en los transexuales. Las reacciones de la gente eran muy similares, les impactaban mucho las fotos, que era nuestro objetivo. Es una reivindicación de los transexuales, es como un grito: "Estoy aquí, soy transexual y no me importa, acéptame". Pero, sinceramente, no quiero utilizar esta entrada para explicar nuestro mural, eso ya lo hicimos ayer, y yo quiero ir un poco más.


Víctor nos habló sobre más cuerpos transgresores y hubo un caso que me llamó mucho la atención: Hay gente que sufre obesidad que reivindica su derecha a estar obeso. Es decir, gente que tiene sobrepeso que no se considera enferma, es más, gente que se siente "orgulloso de ser gordo". Lo sé, a mi también me pareció una locura: ¿Es que no se dan cuenta de que es una enfermedad? ¿De que pueden sufrir múltiples problemas de salud? ¿Será que tienen un problema psicológico aparte? ¿Quién les ha comido la cabeza para decir tal barbaridad?... Pero como uno de los defectos que tengo (o virtud, depende de cómo se mire) es no hablar ni criticar sin saber de que va el tema, decidí investigar.

Lo que me encontré fue que ha surgido una nueva disciplina científica que reivindica la obesidad y promueve su aceptación social. El personaje principal de esta noticia es Cat Pause, Doctora en la Universidad Massey de Washington, y que ha realizado numerosas conferencias sobre este tema, así como ha escrito diversos artículos. Uno de los mejores portales que resumen esta noticia es el siguiente. Pero como está en inglés lo explicaré un poco.

Cat Pause se describe a ella misma como "gorda", pero no admite otros adjetivos como "obesa", ya que lo considera un insulto. Se opone a la relación de conceptos que hace, ya de por serie, la sociedad: "Si está gorda es porque  no hace deporte" "come muchas porquerías" "Está enferma". Según ella, la obesidad no es un problema de salud importante. Hay gente que es más gorda que otra, no porqué tenga problemas de salud, sino porque es así.


La sociedad tiene una "fat phobia" (podemos traducirla como obesofobia) y discrimina a la gente con sobrepeso. Cat nos indica que hay que cambiar la manera de pensar, aceptar a la gente obesa, porque no están enfermos, son así, son sus características, como podían haber sido altos o bajos, y poner asientos más grandes en los cines, en los aviones... ponerles facilidades.

Realmente, la noticia ha captado mi interés y me ha hecho pensar, pero sobretodo, han sido los comentarios que he encontrado en esta página (también en inglés), de gente que asegura que hace ejercicio, que no bebe, no fuma, no come "porquerías" y que, aún así, tienen sobrepeso, pero no problemas de salud. Me gustaría dejaros este blog que he encontrado, titulado "Mi diario de gorda", echarle un vistazo, a ver que os parece.

Cat Pause iguala está obesofobia a la homofobia que había ( y sigue habiendo) contra los homosexuales. Ciertamente, hoy en día está aceptada la homosexualidad, y nos echamos las manos a la cabeza cuando oímos que alguien dice que son personas enfermas (pensamos incluso, que el enfermo es el que dice tal barbaridad). Tal vez, dentro de unos años, sean nuestros hijos los que se echen las manos a la cabeza cuando oigan a alguien decir que la obesidad es una enfermedad.

Para terminar, y así no os aburro más, me gustaría dejaros con "The full body project", libro de Leonard Nimoy (Spock en Start Trek) donde fotografía a mujeres con sobrepeso, como reivindicación del mismo.


                                         Imagen de "The full body project" de Leonard Nimoy


domingo, 4 de noviembre de 2012

Reformando el sistema

La semana pasada comenté en un post lo interesante y recomendado que era ver la película documental "La educación prohibida". En ese mismo post, Víctor puso un comentario, el cual llevaba un enlace que te dirigía a un artículo que era el contrapunto del documental. Dicho artículo se llama "Panfleto antipedagógico", escrito por Ricardo Moreno Castillo, y ha hecho que mi manera de pensar varíe, mejor dicho, más que cambiar mis ideas, lo que ha conseguido es que me replantee de nuevo las cosas, que piense en ellas, en saber si es lo correcto o no, cuales son los pros y los contras...

Un tema muy complicado el de la educación, y mucho más complicado, el de la educación en este país. Tanto "La educación prohibida" como "Panfleto antipedagógico" parten de un mismo punto: La necesidad de nuevos métodos, la reforma del sistema educativo. A partir de ahí, todo lo que hay entre ambos son diferencias.

Como supongo que la mayoría de vosotros ya habréis visto "La educación prohibida" (ya que se volvió a insistir en psicología que era necesario verla) haré un pequeño resumen y plasmaré en mayor medida las ideas que se desarrollan en "Panfleto antipedagógico", porque, sinceramente, no creo que muchos vayáis a leerlo (aunque deberíais).

"La educación prohibida" promueve una educación más libre, basándose en las vivencias para aprender y  no en los libros de texto, borrando la figura autoritaria del profesor (lo que dice es la verdad universal), y educando a los niños con amor, es decir, con refuerzos positivos, sin castigos.

Por su parte, "Panfleto antipedagógico" hace una crítica, muy extensa, al sistema educativo actual, y a este tipo de metodología que defiende "La educación prohibida". En este artículo se defiende la idea de que "el oficio de profesor no consiste en ser simpático a los alumnos", los profesores tienen que buscar maneras de que la clase sea amena, pero no es su trabajo tener que "motivar" a los alumnos, algunas cosas se tienen que estudiar porque lo dice el profesor igual que "hay medicamentos que se tienen que tomar porque lo dice el médico". Esto le hará comprender que el trabajo hay que realizarlo bien, se esté o no motivado, porque el día de mañana, cuando tengan un oficio, tendrán que saber realizarlo a la perfección sea cual sea su estado de animo o sus ganas, no sería lógico que un médico no quisiera operar a un paciente porqué "no, es que hoy no me siento motivado".  
"Hacerles creer que el trabajo es un juego es tan grave como hablarles de la cigüeña cuando preguntan de dónde vienen los niños."
 
Otra de las cosas que habla este artículo es del nivel de exigencia de los centro educativos. Indica que siempre se está hablando de este tema, y cuando se propone que aumente el nivel, salta alguien diciendo que eso aumentaría la desigualdad, que no tienen las mismas ventajas un alumno que tiene un entorno "culto", que los padres tienen estudios, a otro que no. No se dan cuenta de que bajando el nivel de estudios se perjudica a todo el mundo, sobretodo, a los segundos, ya que lo que no aprendan algo en la escuela no lo aprenderán en ningún lado, mientras que los primeros sabrán más cosas porque tienen mayor información en casa.

Muy unido a este aspecto está la corriente pedagógica que defiende que a cada alumno hay que exigirle según sus capacidades. Si a una persona no le exiges más de lo que puede lograr nunca podrá superarse, se acomodará en sus propias limitaciones, y no estará preparado para el futuro:
"Esta corriente olvida algo muy esencial. Tenemos que educar a nuestros alumnos para que vivan en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados. Y esto no porque nuestro mundo sea un lugar desquiciado y competitivo, sino porque es absolutamente legítimo que quien contrata los servicios de un profesional lo haga buscando resultados correctos."
 Una de las afirmaciones que más me han impactado del artículo es la siguiente: "Los alumnos de hoy están tan mal acostumbrados que casi consideran un derecho que la última asignatura se les tiene que aprobar por la cara.". Me ha llamado la atención porque es cierto, lo pensamos, todos hemos dicho alguna vez a un compañero "no te preocupes, si sólo es una te la aprobarán" ¡Como si los profesores tuviesen que aprobar algo! Somos nosotros los que tenemos que esforzarnos, demostrar que somos competentes en la asignatura. Frases así demuestran que el sistema educativo está en decadencia, y que hay que reformarlo.

Poseemos una educación secundaria obligatoria, que como indica en "Panfleto antipedagógico":
"En nuestra enseñanza obligatoria no es obligatorio estudiar, porque aunque no estudies durante el curso tampoco tendrás que hacerlo en el verano, no es obligatoria la asistencia (es cierto que mandan las faltas a casa, pero no es un delito no ir a clase), no es obligatorio respetar a los profesores, y tampoco lo es respetar el derecho de los compañeros que están interesados en aprender [...]  dos alternativas: o el ejército es un servicio que ha de ser cubierto por todos los ciudadanos por igual, les guste o no, o formar parte del ejército es una decisión libre de cada ciudadano."
 
Nuestra educación es obligatoria para todos, tanto para el que quiere estudiar como para el que no. Hasta los dieciséis años hay que ir a clase, lo que hace que surjan los típicos alumnos que sólo saben incordiar, lo que no les permite al resto estudiar. Y aquí es donde radica uno de los mayores problemas: A ese alumno que está molestando a los demás, interrumpiendo, insultando al profesor, no se le puede expulsar del centro, porque se le estaría quitando la oportunidad de aprender, pero mientras tanto, él quita la oportunidad a sus compañeros de aumentar sus conocimientos. Por lo que se plantea que, si un niño a los doce o catorce años no quiere estudiar, no se le obligue. Si quiere trabajar lo que hay que hacer es darle la educación pertinente para que, cuando cumpla los dieciséis (edad mínima para trabajar) tenga ya cierto nivel de formación.


Largo y complicado es este artículo, que crítica la enseñanza actual, y que propone unos métodos muy diferentes a los que predica "La educación prohibida" y que yo considerada ideales hasta leer "Panfleto antipedagógico". Estas son sólo algunas de las cosas que crítica y propone, pero el artículo va más allá, tratando temas como la religión en los colegios públicos, de la que está en contra, cuál es el papel de los padres en la educación de los hijos, o como se necesita castigar al que no cumple con la tarea. Sería muy interesante que lo leyerais y sacárais vuestras propias conclusiones, ya que todo resumen que yo pueda hacer, es poco. Termino el post con una de las frases que más me ha gustado y más me ha hecho pensar:

"Si cada generación piensa que lo progresista es hacer lo contrario de lo que hicieron sus padres, no haremos más que repetir los errores de nuestros abuelos"