Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamin Franklin.

lunes, 4 de febrero de 2013

"La educación es una cuestión de Estado"

Estoy segura que muchos estuvisteis ayer pegados al televisor durante la emisión del último programa de "Salvados", donde Jordi Évole abordaba un tema cada vez más complicado en este país: La educación.

De todo el programa (¡se necesitan más programas como este!) lo que más me llamó la atención fue cuando Évole viajó hasta Finlandia, la NBA de la educación. Yo sabía que Finlandia disponía de un sistema educativo mejor que el nuestro (lo que no es muy difícil), pero no conocía sus características.

Obviamente, el sistema finlandés es bueno, muy bueno, y deberíamos tomarlo como ejemplo, pero no como modelo. La sociedad española es muy diferente a la finlandesa, por lo que, si nos dedicáramos simplemente a copiar su sistema educativo, sin ninguna duda, sería peor el remedio que la enfermedad. Tenemos que buscar la manera de mejorar nuestra educación, y, como dicen en cierto momento del programa, para eso hemos de cambiar todos: los maestros, los políticos, los padres, los alumnos, la sociedad...

La educación es una cuestión de Estado, no debería importar quién está en ese momento al frente del país, y a estos, debería importarles crear un modelo eficaz, aunque conseguirlo lleve más de cuatro años y pierdan votos por el camino.

Bueno, no me quiero extender mucho más, os dejo el enlace del programa, el cual no tiene desperdicio.



"O inviertes en la gente menuda, o al final lo acabarás pagando"

jueves, 10 de enero de 2013

La aventura de ser maestro.

Aquí sigo, sin tiempo para apenas pasarme por aquí, supongo que como la mayoría. He podido conseguir unos minutos para poder dejaros este artículo, muy ameno y sencillo, sobre ser maestro. Su autor es José Esteve y se titula "La aventura de ser maestro". Se que ahora no tendreis mucho tiempo, pero, cuando acaben los exámenes, os recomiendo que lo leáis.
"Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aun, conocimiento... y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir".  


 



jueves, 27 de diciembre de 2012

¡Estudiar es un coñazo!

Antes de nada... ¡Feliz Navidad a todos! Espero que estéis disfrutando de este tiempo con la familia y los amigos, yo por mi parte, ¡no paro! De hecho, este post quiero dedicarlo a comentar una cosa que escuché el otro día y me dio de que pensar.

Me encontraba con mis amigos en una exhibición de gimnasia rítmica y, delante nuestra, había una familia, compuesta por padres, tíos, abuelos, nietos... etc. Entre ellos se encontraban dos niños y una niña, que estaban hablando sobre la escuela. En un momento dado, la niña dijo que debía estudiar un examen que tenía nada más volver de las vacaciones, a lo que el niño más mayor, rondaría los ocho años, contestó: "¡Madre mía! ¡Si estudiar es un coñazo!".

Obviando el hecho de la palabrota que dijo el niño y de que los adultos de su alrededor no le corrigieran ("toda la culpa es de la escuela"), ¿En que momento el estudio empieza a ser una obligación? ¿En que momento de nuestra vida todo lo relativo a aprender cosas nuevas se convierte en "un coñazo"?

Pensé en el hecho de que, por lo que parece, el ser humano ha nacido para llevar la contraria. Si nos dicen que tenemos que hacer algo, o no lo hacemos, o lo hacemos de mala gana. Y si nos prohiben hacer algo, entonces lo hacemos, ya que "las reglas están hechas para romperlas". Como ejemplo de esto puedo contar la historia de un amigo mio: hace dos años, en el instituto, le "obligaron" a leerse un libro, concretamente "Cuento de Navidad" de Dickens. No se lo leyó, ni siquiera hizo el esfuerzo, le parecía un coñazo el simple hecho de oír el titulo. Ayer, después de recomendarle el libro y dejárselo, se lo terminó de leer. Y le encantó.

No obstante, creo que lo que de verdad hace que veamos el estudio como un coñazo, es nuestro entorno, la sociedad. Después de que el niño mayor dijera lo de que "estudiar es un coñazo" (perdón por repetir tanto la palabra, pero creo que es la que más se ajusta al sentimiento que "todos" tenemos cuando nos ponemos delante de un papel), el niño pequeño no tardó en repetir lo que había dicho su hermano: ¡Estudiar es un coñazo!.

Cuando somo pequeños, somos curiosos por naturaleza, nos gusta saber el por qué de las cosas, y nos esforzamos lo que haga falta para encontrar la respuesta a nuestro problema. Como ejemplo la historia de la maestra Mercé de Febrer recogida en el libro "Vivencias de maestros y maestras" bajo el título "Es un regalo ir a trabajar cada día" (gracias por la recomendación Víctor, maravillosa historia). Pero llega un momento que aprender se convierte en una obligación de la cual queremos escapar. Vamos creciendo mientras escuchamos que estudiar es un coñazo, y, al final, hacemos la idea tan nuestra que relacionamos conceptos y una cosa no puede ir acompañada sin la otra. Aunque, por suerte, cuando maduramos, por regla general, nos damos cuenta de que estudiar no es malo, no es un coñazo, sino algo que  hay que hacer para poder aprender cosas nuevas, para saber más.

Simplemente quería compartir con vosotros esta anécdota, ya que me ha parecido muy interesante el hecho de que un niño pequeño ya relacione defina estudiar como un coñazo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Fin?

Bueno, bueno, aquí tenemos la parte más difícil de todas… ¡A por ello!

Han sido cuatro meses de trabajo, lecturas y estudio donde he conocido a personajes como Jackson, Stenhouse, Frank, Freire, Robinson, Gardner, Pennac… y a otros no tan conocidos que me he encontrado por la red, como el blog "Historias de un maestro cualquiera", o Cat Pause y su increíble reivindicación. No obstante, conocidos o no, todos me han aportado una gran variedad de conceptos y nuevas formas de ver las cosas.

No ha sido fácil, muchas horas dedicadas a leer, a reflexionar y de buscar la mejor manera posible de exponerlo en el blog para que todo el mundo lo entendiera, pero creo firmemente que he cumplido con los tres objetivos que me marqué a principio de curso:
- He aprendido a aprender, ya que los conocimientos que he adquirido durante estos meses los llevo ya conmigo porque no los he memorizado, los he "apresado".
- He aprendido, indudablemente, a pensar, y a darme cuenta de lo valioso que es esto. Sobre un mismo tema, hay diferentes opiniones, diversas formas de ver las cosas, y lo que debemos hacer es conocerlas todas, o por lo menos la mayoría, y reflexionar sobre ellas, para poder tener nuestra propia opinión, no la que dicte otro.
- He aprendido a enseñar, o por lo menos, he aprendido a como ser una mejor profesora, y soy consciente, ahora más que nunca, de la importancia de nuestra profesión y de cómo hay que salvarla del desprestigio social al que está sometida, que es todavía mucho mayor en la educación física.

Personalmente, considero que el blog me ha servido de gran ayuda, no únicamente para poner mis reflexiones, sino para aprender. Durante este tiempo he intentado que mis compañeros aprendieran de mí, no sólo con mis entradas, sino con comentarios que he ido poniendo a lo largo de todo el cuatrimestre en sus respectivos blogs y siempre he estado dispuesta a echar una mano en lo que me pidieran. Igual no he ayudado a la hora de aprender conceptos (que creo que sí), pero estoy segura que a más de uno/a le he enseñado a utilizar un blog.

No obstante, tengo una espina clavada. Creo que mis compañeros podrían haber aprendido más de mí si las entradas de los blogs hubiesen sido más cortas. Digo esto porque, a pesar de que nadie me lo ha confesado, estoy segura que muchos no se paraban a leer los posts por lo largos que eran, lo que me decepciona un poco, porque realmente creo que eran conceptos o ideas muy interesantes. Así que en el futuro intentaré ser más breve (al ser posible) o escribir de una manera más amena.

Es difícil ponerse a una misma una nota sin parecer pedante o creída, pero me he esforzado mucho durante estos meses y he puesto de mi parte para que todos mis compañeros pudieran aprender algo de mí. Sinceramente, si me pusieran hoy, o dentro de tres años, un examen sobre la asignatura, creo que podría sacar un diez, y es que he aprendido todos los conceptos que se imparten en ella. No obstante, al no tratarse de un examen, sino de evaluar según lo que hemos aprendido o no, considero que un diez es mucho, ya que, a pesar de haber aprendido muchísimo, estoy segura de que podría haber aprendido más. Siempre se puede aprender más. Así que, si me tuviera que poner una nota, esta rondaría el 9´5.

Aunque se acabe la asignatura, yo probablemente vaya a continuar escribiendo en el blog, ya que me gusta, lo encuentro un medio muy interesante, rápido y activo para que tus conocimientos sean aprendidos por otros, y para que los conocimientos de otros sean aprendidos por uno mismo, por lo que no me despido con un adiós, sino con un "hasta el próximo post".


"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber." Albert Einstein

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La educación, el movimiento y yo.

Han pasado cuatro meses ya desde que realizamos nuestro primer dibujo, y, como es lógico, ahora toca hacer otro para ver como nos ha cambiado (si lo ha hecho) este periodo de aprendizaje. Mi primer dibujo mostraba a un par de niños "jugando" a la comba, pongo entre comilla jugando porque, como explique en su día, lo que realmente estaban haciendo era aprender. Después de todo este tiempo, mi dibujo ha cambiado.



A ver, se lo que estáis pensando y no, no voy a poner a mis alumnos a construirme una casa, sino que voy a poner a mis alumnos a construirse "su casa". Me era muy difícil plasmar en un dibujo todo lo que he aprendido y como ha cambiado mi manera de ver las cosas, así que he utilizado una metáfora.

La pared que está construyendo el niño representa su aprendizaje. Durante este tiempo me he dado cuenta de que el alumno debe tener una participación más activa sobre lo que se enseña o no. No hablamos de máquinas, sino de personas, y, como tales, tienen sus inquietudes y sus preferencias, y deben ser escuchadas. Para mí, a día de hoy, el profesor debe ser un guía (¿cuantas veces habremos oído/dicho/leído esa palabra durante el cuatrimestre?) que le facilite las herramientas necesarias al alumno para construir su casa, es decir, para aprender. A pesar de que indico que hay que tener más en cuenta a los alumnos, no quiero decir con esto que haya que enseñar sólo lo que ellos prefieran aprender, no. Hay algunas cosas que a los alumnos no les gustan, pero que tienen que ser educados sobre ellas porque son valiosas y necesarias. Por ello estoy representada al lado del niño, estoy supervisando su trabajo, su aprendizaje, para corregirle en los errores que pueda tener y para aportarle más conocimiento, aunque este no lo pida.

Quizás os haya llamado la atención que al otro lado se encuentre una niña portando un ladrillo, creo que la metáfora es clara. Durante este tiempo me he percatado en como los alumnos pueden aprender los unos de los otros.Yo, como alumna, he aprendido muchísimo de mis compañeros. Es por ello que, el día de mañana, cuando sea profesora, intentaré fomentar esto. Los alumnos se ayudarán mutuamente a construir su casa.

¿Y dónde está el movimiento? Bien, el dibujo era una metáfora, sobre todo, para la educación en general, pero podemos extrapolar todas la ideas dichas anteriormente a nuestro campo, al de la educación física. Como profesionales de dicha asignatura debemos darle un valor a lo enseñado en clase, basándonos en el principio de utilidad, todo conocimiento debe aportar un beneficio y evitar el daño que se pueda causar. Además, tenemos una gran ventaja, nuestra asignatura se centra en el cuerpo que es nuestra herramienta para vivenciar las cosas, que, como sabemos ya, es algo muy importante y necesario para tener un auténtico aprendizaje. Debemos aprovecharnos de ello.

He de decir que estoy segura que dentro de otros cuatro meses mi dibujo será diferente, ya que, conforme va pasando el tiempo, voy vivenciando y aprendiendo diferentes cosas que me hacen reflexionar sobre la educación, los alumnos, el movimiento... etc. Sin embargo, creo también firmemente que hay algo que no cambiará, y es esa idea que Pennac (¡Qué gran descubrimiento!) ha metido en mi cabeza: El amor hacia nuestro alumnos. Es posible que en el dibujo nadie capte esto, ya es muy difícil de plasmar el amor, mucho más este tipo de amor, pero creo que se puede ver en el hecho de estar pendiente del alumno, de ayudarle, escucharle, comprenderle, aceptarle y, sobre todo, en el hecho de querer hacer de él, de transformarlo, en alguien mejor. En alguien que tenga un casa muy alta y grande.

martes, 18 de diciembre de 2012

¿Por qué?

Estoy segura de que esta pregunta nos la hemos realizado todos después de escuchar el trágico suceso ocurrido en Coneccticut. Le he dado muchas vueltas sobre si debería realizar una entrada sobre este tema o no. He decidido hacerla porque, al final, la solución a el problema tiene relación con lo que llevamos tratando durante estos tres últimos meses: La educación.

 Esta masacre ha vuelto a abrir el debate sobre la ley de armas en Estados Unidos, pero para mí, el problema de estos sucesos (12 en este año) no es este. Obviamente, es un factor que hay que tener muy en cuenta, pero creo que realmente es otro.

Según el antropólogo Carlos Aramburú, el sistema educativo estadounidense promueve un desarrollo individualista y discriminatorio que "no crea grupos de amigos que están llevando los mismos cursos sino cursos fraccionados en los cuales los chicos andan muy aislados. Son chicos que además están en un contexto de total aislamiento emocional, amical, tienen poca solidaridad con los demás" y que le da una gran importancia al éxito individual, lo que hace que ciertas personas se sientan marginadas y excluidas.

Todo el mundo crítica lo fácil que es hacerse con un arma en los Estados Unidos, pero para ellos, es algo que forma parte de su cultura. Nunca olvidaré las palabras que me dijo sobre este tema un antiguo profesor mio: "Nosotros vemos que es una locura, que deberían quitar esa ley, pero ellos lo ven de otra forma, ellos piensan: quiero un arma para defenderme de ese loco." Las armas forman parte de la cultura de los Estados Unidos,  y la escuela, en todos los lugares, es una defensora de la cultura y de la tradición.

El tema, al fin y al cabo, no es la facilidad por hacerse con un arma, sino "la falta de valores y de respeto a la vida". Esto podemos comprobarlo en que, en Canadá y en muchos otros países, la compra de armas de fuego también es muy fácil, sin embargo, no se dan estas masacres.

La relación estadounidense-arma es tal, que hay quien, después de esta masacre, ha pedido el uso de armas por parte de los docentes, para que tengan la posibilidad de defenderse en tales casos. La mayoría de ellos no se plantean un endurecimiento de la ley de armas, sino que piden más, para protegerse, no es casualidad que en los últimos días se haya disparado la venta de armas en el país. Como dijo mi profesor "quiero un arma para defenderme de ese loco". Ese es su pensamiento. Y si algo puede cambiar ese pensamiento, transformarlo a mejor, es la educación.

Personalmente creo que este tema incluye mucho aspectos dificiles de tratar, hablamos de pensamientos, ideologías y culturas diferentes. La ley de armas es el problema superficial, mucho más abajo se encuentra el real, el que hay que cambiar. Por muy difícil que se le ponga a una persona conseguir un arma, la conseguirá. La clave está en la educación y en la sociedad. Es un tema complejo, aunque bien es cierto que podríamos empezar quitando las armas, por probar.


Quiero dejaros el siguiente enlace donde se habla también todo esto, es cortito pero creo que es muy interesante.



La educación es la que puede cambiarlo todo

sábado, 15 de diciembre de 2012

¡Las cosas que pasamos por alto!

Los Simpson es una serie de televisión que, como todos sabemos, se basa en la crítica y en la ironía de ciertas situaciones o comportamientos de la sociedad y del propio ser humano. Nos sabemos los capítulos enteros y, en muchas ocasiones, en situaciones de la vida cotidiana decimos lo de: "como en el capítulo de los Simpson.." Pero nos quedamos, por regla general, en la anécdota, en la broma que dice Homer o en la estupidez que hace, y no vemos más allá, no somos capaces de encontrar el verdadero significado.

Acabo de ver un fragmento de los Simpson que quiero compartir con vosotros, pero necesito que dejéis la anécdota a un lado y veáis lo que ocurre de verdad:





Lo que hace unos meses me hacía gracia, ahora, después de todo este cuatrimestre donde hemos reflexionado sobre la educación, los maestros, los alumnos y la relación entre estos, me doy cuenta de la gran crítica que conlleva consigo estos 14 segundos de vídeo, donde nos muestra como desde pequeño, nuestro querido Bart fue clasificado como un zoquete, simplemente porque hizo dos palmadas más. En fin, me gustaría que reflexionarais acerca de este vídeo, que, aunque igual se lleva al extremo, no se aleja de la realidad.