Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamin Franklin.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Reformando el sistema

La semana pasada comenté en un post lo interesante y recomendado que era ver la película documental "La educación prohibida". En ese mismo post, Víctor puso un comentario, el cual llevaba un enlace que te dirigía a un artículo que era el contrapunto del documental. Dicho artículo se llama "Panfleto antipedagógico", escrito por Ricardo Moreno Castillo, y ha hecho que mi manera de pensar varíe, mejor dicho, más que cambiar mis ideas, lo que ha conseguido es que me replantee de nuevo las cosas, que piense en ellas, en saber si es lo correcto o no, cuales son los pros y los contras...

Un tema muy complicado el de la educación, y mucho más complicado, el de la educación en este país. Tanto "La educación prohibida" como "Panfleto antipedagógico" parten de un mismo punto: La necesidad de nuevos métodos, la reforma del sistema educativo. A partir de ahí, todo lo que hay entre ambos son diferencias.

Como supongo que la mayoría de vosotros ya habréis visto "La educación prohibida" (ya que se volvió a insistir en psicología que era necesario verla) haré un pequeño resumen y plasmaré en mayor medida las ideas que se desarrollan en "Panfleto antipedagógico", porque, sinceramente, no creo que muchos vayáis a leerlo (aunque deberíais).

"La educación prohibida" promueve una educación más libre, basándose en las vivencias para aprender y  no en los libros de texto, borrando la figura autoritaria del profesor (lo que dice es la verdad universal), y educando a los niños con amor, es decir, con refuerzos positivos, sin castigos.

Por su parte, "Panfleto antipedagógico" hace una crítica, muy extensa, al sistema educativo actual, y a este tipo de metodología que defiende "La educación prohibida". En este artículo se defiende la idea de que "el oficio de profesor no consiste en ser simpático a los alumnos", los profesores tienen que buscar maneras de que la clase sea amena, pero no es su trabajo tener que "motivar" a los alumnos, algunas cosas se tienen que estudiar porque lo dice el profesor igual que "hay medicamentos que se tienen que tomar porque lo dice el médico". Esto le hará comprender que el trabajo hay que realizarlo bien, se esté o no motivado, porque el día de mañana, cuando tengan un oficio, tendrán que saber realizarlo a la perfección sea cual sea su estado de animo o sus ganas, no sería lógico que un médico no quisiera operar a un paciente porqué "no, es que hoy no me siento motivado".  
"Hacerles creer que el trabajo es un juego es tan grave como hablarles de la cigüeña cuando preguntan de dónde vienen los niños."
 
Otra de las cosas que habla este artículo es del nivel de exigencia de los centro educativos. Indica que siempre se está hablando de este tema, y cuando se propone que aumente el nivel, salta alguien diciendo que eso aumentaría la desigualdad, que no tienen las mismas ventajas un alumno que tiene un entorno "culto", que los padres tienen estudios, a otro que no. No se dan cuenta de que bajando el nivel de estudios se perjudica a todo el mundo, sobretodo, a los segundos, ya que lo que no aprendan algo en la escuela no lo aprenderán en ningún lado, mientras que los primeros sabrán más cosas porque tienen mayor información en casa.

Muy unido a este aspecto está la corriente pedagógica que defiende que a cada alumno hay que exigirle según sus capacidades. Si a una persona no le exiges más de lo que puede lograr nunca podrá superarse, se acomodará en sus propias limitaciones, y no estará preparado para el futuro:
"Esta corriente olvida algo muy esencial. Tenemos que educar a nuestros alumnos para que vivan en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados. Y esto no porque nuestro mundo sea un lugar desquiciado y competitivo, sino porque es absolutamente legítimo que quien contrata los servicios de un profesional lo haga buscando resultados correctos."
 Una de las afirmaciones que más me han impactado del artículo es la siguiente: "Los alumnos de hoy están tan mal acostumbrados que casi consideran un derecho que la última asignatura se les tiene que aprobar por la cara.". Me ha llamado la atención porque es cierto, lo pensamos, todos hemos dicho alguna vez a un compañero "no te preocupes, si sólo es una te la aprobarán" ¡Como si los profesores tuviesen que aprobar algo! Somos nosotros los que tenemos que esforzarnos, demostrar que somos competentes en la asignatura. Frases así demuestran que el sistema educativo está en decadencia, y que hay que reformarlo.

Poseemos una educación secundaria obligatoria, que como indica en "Panfleto antipedagógico":
"En nuestra enseñanza obligatoria no es obligatorio estudiar, porque aunque no estudies durante el curso tampoco tendrás que hacerlo en el verano, no es obligatoria la asistencia (es cierto que mandan las faltas a casa, pero no es un delito no ir a clase), no es obligatorio respetar a los profesores, y tampoco lo es respetar el derecho de los compañeros que están interesados en aprender [...]  dos alternativas: o el ejército es un servicio que ha de ser cubierto por todos los ciudadanos por igual, les guste o no, o formar parte del ejército es una decisión libre de cada ciudadano."
 
Nuestra educación es obligatoria para todos, tanto para el que quiere estudiar como para el que no. Hasta los dieciséis años hay que ir a clase, lo que hace que surjan los típicos alumnos que sólo saben incordiar, lo que no les permite al resto estudiar. Y aquí es donde radica uno de los mayores problemas: A ese alumno que está molestando a los demás, interrumpiendo, insultando al profesor, no se le puede expulsar del centro, porque se le estaría quitando la oportunidad de aprender, pero mientras tanto, él quita la oportunidad a sus compañeros de aumentar sus conocimientos. Por lo que se plantea que, si un niño a los doce o catorce años no quiere estudiar, no se le obligue. Si quiere trabajar lo que hay que hacer es darle la educación pertinente para que, cuando cumpla los dieciséis (edad mínima para trabajar) tenga ya cierto nivel de formación.


Largo y complicado es este artículo, que crítica la enseñanza actual, y que propone unos métodos muy diferentes a los que predica "La educación prohibida" y que yo considerada ideales hasta leer "Panfleto antipedagógico". Estas son sólo algunas de las cosas que crítica y propone, pero el artículo va más allá, tratando temas como la religión en los colegios públicos, de la que está en contra, cuál es el papel de los padres en la educación de los hijos, o como se necesita castigar al que no cumple con la tarea. Sería muy interesante que lo leyerais y sacárais vuestras propias conclusiones, ya que todo resumen que yo pueda hacer, es poco. Termino el post con una de las frases que más me ha gustado y más me ha hecho pensar:

"Si cada generación piensa que lo progresista es hacer lo contrario de lo que hicieron sus padres, no haremos más que repetir los errores de nuestros abuelos"
 


 



 
 
 




1 comentario:

  1. Yo creo que los dos textos (entiendo una película como un texto que se interpreta) coinciden en ser excelentes argumentaciones. Eso confiere valor al contraste de opiniones y nos ayuda así a formar la nuestra. Esa es la tarea siempre inacabada del educador: formar su propia idea de la educación reconstruyendo las ideas de otros y filtrándolas a través de su experiencia. Tu post es un excelente ejemplo de cómo se recorre ese camino: incorporando reflexivamente lo que nos sale al paso. Bravo!

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